La insuficiencia cardíaca es una enfermedad crónica y progresiva en la que el corazón va perdiendo la capacidad de bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo. En ese sentido, el músculo cardíaco no puede sostener su carga de trabajo; en el comienzo de este padecimiento, el corazón intenta compensar esta deficiencia de alguna manera, pero con el tiempo se debilita y pierde la capacidad de contraerse normalmente.

En consecuencia, el músculo cardíaco no tiene la capacidad para bombear con la fuerza necesaria suficiente sangre en la circulación (disfunción sistólica) o pierde su capacidad de relajarse normalmente y puede no llenarse adecuadamente durante el período de descanso entre cada latido (disfunción diastólica) La reacción del cuerpo a la función insuficiente del corazón provoca una acumulación de líquido (edema) en los pulmones y los tejidos.

¿Cómo se pueden presentar las insuficiencias cardiacas?

El corazón recibe la sangre venosa (pobre en oxígeno) de la periferia (a través de la aurícula derecha y el ventrículo derecho), y favorece su oxigenación bombeando a la circulación pulmonar y, a continuación, a través de la aurícula izquierda y el ventrículo izquierdo, impulsa la sangre oxigenada hacia la aorta y luego hacia las arterias para su transporte a todos los órganos y tejidos del cuerpo. Por consiguiente, se puede, en una primera aproximación, diferenciar entre:

• Descompensación sistólica, en presencia de una capacidad reducida del ventrículo izquierdo para expulsar la sangre.
• Descompensación diastólica, en presencia de una alteración del llenado del ventrículo izquierdo.

En un chequeo rutinario de la función del ventrículo izquierdo, este se evalúa comúnmente por la llamada fracción de eyección (porcentaje de sangre que se bombea a la aorta con cada contracción (sístole) del ventrículo izquierdo), generalmente calculada por ecocardiograma, una distinción más precisa entre:

• Descompensación de la fracción de eyección conservada (o diastólica), en la que la fracción de eyección es superior al 50%.
• La descompensación de la fracción de eyección reducida (o sistólica), en la que la fracción de eyección es inferior al 40%.
• Descompensación de la fracción de eyección ligeramente reducida, en la que la fracción de eyección está entre el 40 y el 49%.

Esta clasificación es importante para el desarrollo de terapias cada vez más específicas, aunque actualmente sólo existen terapias probadas para la descompensación de la fracción de eyección reducida. En cualquier caso, los estudios ecocardiográficos son fundamentales para hacer un diagnóstico oportuno de esta condición de salud y para hacer seguimiento al tratamiento sugerido por el cardiólogo al paciente.

¿Cuáles son las pruebas deben realizarse para hacer el diagnóstico de la insuficiencia cardíaca?

Para hacer el diagnóstico de la insuficiencia cardíaca, los análisis deben incluir una anamnesis (esto consiste en la recopilación de información sobre la historia clínica y la sintomatología del paciente) y una exploración física preliminar. Posteriormente, el médico tratante puede solicitar algunos análisis adicionales que consisten en estudios de bioanálisis y pruebas instrumentales, entre las que se pueden destacar:

• Electrocardiograma.
• Ecocardiograma.
• Resonancia magnética cardíaca, con la aplicación de contraste.
• Pruebas específicas de los niveles de péptidos natriuréticos en sangre (sustancias producidas principalmente por el ventrículo izquierdo; cuando los niveles se encuentran dentro de lo esperado se descarta una descompensación).
• También es posible la aplicación de estudios más invasivos, como el cateterismo cardíaco y la coronariografía.

El electrocardiograma de la mayoría de los pacientes con descompensación puede señalar un bloqueo de rama izquierda, una alteración en la propagación del impulso eléctrico que puede tener efectos sobre la mecánica del corazón, lo que genera una disincronía de la contracción y, por consiguiente, una declinación de la actividad contráctil cardíaca.

¿Cuál es el tratamiento de la insuficiencia cardíaca?

La insuficiencia cardíaca es una enfermedad crónica que, para ser tratada, requiere de una acción multidisciplinar para disminuir los síntomas, detener la evolución de la enfermedad, reducir las hospitalizaciones e incrementar la supervivencia del paciente, y mejorando de forma simultánea su calidad de vida. Las principales opciones de tratamiento son:

• Cambios en el estilo de vida, que incluyen: disminuir el consumo de sal, realizar actividad física de tipo aeróbica y de forma regular, controlar la ingesta de líquidos y vigilar la dieta para no subir de peso.
• La terapia con medicamentos, puede incluir inhibidores del sistema renina-angiotensina-aldosterona y fármacos antialdosterónicos. También puede ser necesario betabloqueantes e inhibidores de la neprilisina y del cotransportador sodio-glucosa.
• Terapia de resincronización cardíaca con la implantación de dispositivos eléctricos como los marcapasos o desfibriladores.
• Operaciones a corazón abierto.

Además del diagnóstico precoz y de las distintas opciones de tratamiento disponibles, son valiosos el papel activo del paciente y la colaboración entre el equipo multidisciplinar y el médico tratante. En ese sentido, la medicación y las opciones quirúrgicas serán inútiles si el paciente no toma conciencia de su condición y no forma parte de la solución al problema que le aqueja.

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