Para establecer la identidad de especies vegetales o animales con fines alimenticios, basados solo en la observación de caracteres externos como el tamaño, la forma y la apariencia, es una tarea difícil y poco confiable. Este problema también es frecuente cuando se intenta identificar cepas de bacterias probióticas, donde las diferencias en los rasgos fenotípicos no conducen a resultados confiables, ya que las condiciones de cultivo de estos microorganismos, pueden modificarlos.