En la actualidad no existe país o región en el mundo que no haya experimentado los dramáticos efectos del cambio climático. Las emisiones de gases de efecto invernadero han venido aumentado considerablemente a lo largo de los últimos 100 años, lo que ha generado un incremento acelerado del calentamiento global provocando a su vez cambios permanentes en el sistema climático, cuyas consecuencias pueden llegar a ser irreversibles si no se toman las medidas necesarias ahora.

El CO2 es un gas incoloro, inodoro, y está compuesto por oxígeno y carbono. El incremento de las emisiones excesivas de este gas hoy en día son una de las principales causas del calentamiento global.

Muchos investigadores señalan que, si no se disminuyen los niveles de emisión de CO2 a la atmósfera, se espera para la Tierra múltiples riesgos e impactos globales, que traerán catastróficas consecuencias. Como el colapso de cosechas, disminución del agua potable, elevación del nivel del mar, desaparición de ecosistemas enteros, aumento de sequías, huracanes y migraciones masivas por cambios climáticos.

Una coalición creciente de países, ciudades, industrias y otras instituciones se han comprometido a alcanzar emisiones cero netas de CO2. Alrededor de 70 países entre ellos China, Estados Unidos y la Unión Europea, se han propuesto el objetivo de que el cero neto abarque alrededor del 76 % de las emisiones globales de CO2. Aproximadamente más de 1.200 empresas, han establecido objetivos en consonancia con el cero neto de emisiones, asimismo más de 1.000 ciudades, más de 1.000 instituciones educativas y más de 400 entidades bancarias, se han unido a esta campaña.

La transición a un mundo con cero emisiones representa uno de los mayores retos a los que se enfrenta la humanidad, debido a que exige que se genere una completa transformación del modo de producir, consumir y trasladarse.

El objetivo del plan de emisión cero de CO2

El objetivo clave de este proyecto es reducir el 50% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en términos absolutos hacia el año 2030, mediante el empleo de fuentes de energía renovables, mejoras en materia de eficiencia energética y reducción de emisiones. Ya que con voluntad política y el despliegue de una gama de medidas tecnológicas, sería posible limitar el aumento de la temperatura media global a 2°C por encima de los niveles pre-industriales, apuntando a 1,5°C, y para lograrlo se necesitan acciones conjuntas urgentes.

Es importante acotar que actualmente cerca de tres cuartos de las emisiones de CO2 son generadas por el sector energético y esto encierra la clave para evitar las terribles consecuencias del cambio climático. Se hace sumamente imprescindible la sustitución de la producción de energía mediante el carbón, petróleo o gas, por fuentes de energía renovables, como por ejemplo la energía eólica o la solar, ya que así disminuirían considerablemente las emisiones de CO2.

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