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¿Cómo se utilizan los mantos calefactores en el laboratorio?

Un manto calefactor es un dispositivo utilizado para mantener una superficie de un material caliente y uniforme. Esto se hace al colocar un elemento calefactor eléctrico en la parte inferior de una cubierta de material aislante. Estas cubiertas pueden estar hechas de plástico, cobre o incluso minerales aislantes. Esta forma de calentamiento es utilizada en muchos laboratorios para realizar numerosos procesos químicos, físicos o biológicos. 

En la mayoría de los casos, los mantos calefactores se utilizan para aumentar la temperatura en áreas específicas. Esto es especialmente útil cuando se trata de experimentos que requieren control preciso de la temperatura. Un buen ejemplo de ello sería una reacción química en una mezcla, que requiera un rango de temperatura muy exacto para conseguir los mejores resultados. La temperatura uniforme que los mantos calefactores pueden proporcionar ayuda a lograr los resultados deseados.

¿Qué otros usos tienen las mantas calefactoras en el laboratorio?

Otro uso común de los mantos calefactores es para fundir y soldar materiales en laboratorios de metalistería. Esto es especialmente útil para soldar materiales que sean demasiado frágiles para ser calentados con un mechero convencional. Algunos de estos materiales pueden ser hierro, acero o aluminio, entre otros. Los mantos calefactores pueden ser usados para proporcionar el calor necesario para fundir estos materiales sin afectar su estructura.

Además, los mantos calefactores también se pueden usar para calentar recipientes, tales como tubos de ensayo o matraces, a temperaturas altas y con control preciso. Esto es especialmente útil para experimentos que involucren reacciones químicas a temperaturas extremadamente altas. Los mantos calefactores permiten homogeneizar y controlar la temperatura de los contenedores necesarios para la reacción, lo cual reduce significativamente el riesgo de errores en el proceso.

Usos de la manta calefactora para la separación de mezclas

Algunas mezclas homogéneas pueden ser separadas por calentamiento. Ejemplo de ello es una mezcla de dos alcoholes, un alcohol en agua, o agua con acetona. En ese sentido, la mezcla de ambos solventes se pone dentro de un matraz de fondo redondo, y este a su vez dentro de la manta de calentamiento. Se hace el montaje de destilación y los solventes se irán separando en función de su punto de ebulición. En este caso, la manta de calentamiento permite un calentamiento controlado y homogéneo para que la separación sea posible.

Por último, los mantos calefactores se pueden usar también para disolver materiales. Esta es una técnica común para separar los componentes químicos de una solución. Los mantos calefactores permiten un rápido incremento de la temperatura de una solución, lo cual acelera la disolución. Esto puede ser especialmente útil cuando se desea aumentar la velocidad de las reacciones químicas, o cuando se desea obtener materiales cristalinos de dos componentes.

¿Por qué son útiles las mantas de calefacción en los laboratorios?

En los laboratorios hay determinados procedimientos que ameriten calentamiento, que es mejor realizarlo con una manta de calentamiento, que mediante el uso de un mechero convencional. Esta consideración se tiene, cuando uno de los componentes involucrados puede hacer ignición en presencia de llama, o se puede degradar por altas temperaturas.

En conclusión, los mantos calefactores se utilizan ampliamente en los laboratorios debido a su alta versatilidad y flexibilidad. Estos dispositivos pueden producir temperaturas altas y controladas para llevar a cabo muchas reacciones químicas y físicas, así como para la soldadura de material frágil y la disolución de componentes químicos. El mantenimiento y su uso adecuado de un manto calefactor pueden garantizar el éxito de cualquier experimento.

Kalstein y las soluciones en mantas calefactoras para laboratorio

Kalstein es un fabricante de equipos de alta tecnología para laboratorios y la plancha de calentamiento es un ejemplo de ello. Con estos dispositivos, se pueden llevar a cabo reacciones químicas, separaciones o cualquier otro procedimiento que amerite calentamiento. Estos equipos se caracterizan por un control preciso de la temperatura que puede alcanzar hasta los 350 grados; el volumen que pueden calentar puede llegar hasta los diez litros y la carcasa es anticorrosión. Estos dispositivos están disponibles para la venta en las siguientes páginas AQUI y AQUI. En esas páginas, también se puede consultar las opciones de compra, y conocer los precios de este y otros equipos de laboratorio.